sábado, 6 de febrero de 2016
lo que el viento se llevó... perspectivas filosóficas
Arrebatado por no tener agarraderos físicos, los filósofos nos reinventamos después que pasan los huracanes intelectuales, ya los "saberes" pierden fuerza ante los "conocimientos", la gran masa del saber se fragmento en conocimientos particulares, lo que antes era denso hoy fluye, y lo que antes era misterio o se desvelo o sencillamente se deja de lado.
el saber fue el gran agarradero de Aristóteles, hoy en día el filósofo de Macedonia, sería un opinador acertado de "temas varios", nadie quita profundidad al pensamiento aristotélico, sólo que el conocimiento ha evolucionado y ha superado los antiguos caminos y ha iniciado otros. El "saber" tiene su raíz en la palabra griega "jistoreo", de la cual proviene historia,la cual remarca el resguardo de datos y sentidos que han conducido a las sociedades durante mucho tiempo. Del otro lado, el "conocimiento", que teniendo como madre a la palabra griega "gnosis", ha sido una de las pretensiones más sólidas del género humano, porque cuando el ser humano "conoce" revoluciona todo a su alrededor, ya que o presume o tiene efectivamente en sus manos el poder del conocimiento de ese algo objeto de sus investigaciones. Semánticamente se observan diferencias al decir: yo sé - yo conozco.
El conocimiento hizo que Edmund Halley destruyera la barrera de los profetas, y se convirtiera en el primer científico que por su método pudo preveer la órbita y el regreso del cometa que visita el firmamento terrestre cada 75 años que lleva su nombre, desde 1531 sabemos que el paso de un cometa no es signo de bendiciones o maldiciones mitológicas, es un fragmento minúsculo del espacio eterno y universal que teje su camino y cruza su órbita con la del planeta tierra.
El conocimiento nos llama, pero cual conocimiento? replicaría Jean Hessen desde su clásico titulado "teoría del conocimiento".
Conocer implica hoy en día al menos dos condiciones: que como siempre sea verificado y que sea aplicado en beneficio de la vida en general. Es una sencilla combinación de método científico y ética, y ese si pudiera ser un nuevo campo para el filósofo hoy en día.
Recordar que el sin sentido de avanzar en el conocimiento de una materia que no beneficie a la "vida", entendida como "bios" en griego sería una materia perdida con el paso del tiempo, en cambio cuando el conocer se combina con la ética del ser al cual se aplica, de esa forma condensamos una nueva forma de conocer que podría guiar sanamente la vida en los próximos siglos.
De tal modo que brincan ante nosotros dos primeras perspectivas,porque pueden venir más:
A.- educar para conocer: perspectiva que se inspira en modelos educativos existentes como el japonés, que lleva a los estudiantes a "crear" tomando el mando de lo creado,ahora le sumaríamos que lo creado se sume orgánicamente al ambiente y entregando sus bondades a la vida, no se concentre sólo en la vida humana, sino que respete el medio ambiente. Ellos son líderes en la creación de energías alternativas y cuando por fin entendamos que el petroleo se acaba, habrán japoneses comerciando sus medios de transporte en base a energía solar por ejemplo.
B.- Vivir para conocer: que puede conocer un ser humano? es una buena tarea por descubrir, si nos programamos como generación, en que conocer es una meta de cada ser humano, no haría falta guiar a las masas humanas como esclavos de leyes (utopía, lo tengo claro) sino que cada humano se dedicaría a delegar a la próxima generación lo mejor de sí mismo.
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