Seguramente no somos originales al plantear esto, sin embargo es justo denominarlo así al presente diagnóstico... se trata de una enfermedad ética que presentamos en nuestro país Venezuela (por no decir en cualquier país de los llamados subdesarrollados), sus síntomas son el egoísmo, la acumulación desproporcionada, la rudeza y viveza para acaparar, las risas y el lloriqueo. El presente análisis se trata de un diagnóstico en el sitio, lo que escribimos es lo que vemos, porque ya la fiesta está por terminar y hay que derribar la piñata.
Tal y cual los niños se emocionan al tomar el palo con el cual batearán a la piñata, así en Venezuela se despiertan muchos de sus hijos a las puertas de las oficinas gubernamentales para solicitar créditos ficticios, o se colocan con sus bolsitas abiertas en las puertas de negocios esperando que digan palabras de expropiación, también hay una piñata en las empresas que disponen materiales para trabajar y sus empleados se los roban de diferentes formas; Una piñata muy jugosa es la del juego de la compra y venta de los deseados dolares donde muchos venezolanos no se conforman con los dolares de su bolsita sino que le meten la mano a las bolsas de los otros para tener más; La piñata política está siempre bamboleándose y ensucia todas las ciudades con sus papelillos y sus niños abajo se matan por agarrar algún corotico/juguete que lance algún mesías politiquero; existe una piñata ecológica en donde algunos ecosistemas están llegando al límite tal como los lagos de Valencia y Maracaibo que son los grandes vertederos de residuos orgánicos y químicos de sus ciudades.
La piñata es una expresión cultural del infantilismo social que nos envuelve, por eso vemos que, no hay programación de país o pacto de adultos hacia la superación efectiva de los problemas, sino que, muy por el contrario hay que caerle a palos a todo lo que existe y que medio funciona para ver hasta donde aguanta... La piñata es es reflejo de: la histeria política que propagan los medios de comunicacion, la piñata es la que se tiene con el negocio petrolero nacional debido a que nunca hemos aprendido la lección de sembrar petroleo sino de seguir dependiendo de él tal y como se ha hecho desde los años 30, la piñata está casi rota en la distribución de la justicia donde la misma sólo acompaña a las figuras poderosas y deja al desnudo al venezolano de a pie, la piñata se bambolea en la cultura donde se exalta el poder de lo antiético como las narconovelas o el difundido poder los llamados pranes (presos que extorcionan tanto a sus compañeros de celdas como a las poblaciones alrededor de los retenes), La piñata se bate con fuerza cada fin de semana donde, por ejemplo en la parte oeste de Maracaibo, posee el record nacional de consumo de licor durante los fines de semana; La piñata es una enfermedad que esta llevando al límite a nuestra sociedad, y como toda piñata, el final llega cuando se rompe.
