domingo, 13 de mayo de 2012
notas sobre la identidad de la COL
Sin duda alguna partimos del hecho que para disertar sobre los rasgos de identidad de una región debemos partir sobre la base histórica, lo que correspondería un trabajo exclusivo en sí, por lo tanto aquí nos ocuparemos de lanzar lo que desde hace tiempo iniciamos al leer al célebre trujillano Mario Briceño Iragorri, crear venezolanidad.
Empezaremos desde lo inductivo, desde la identidad local, sobre-entendiendo el fondo histórico para posteriores artículos, se trata por consiguiente de crear notas de identidad basadas en rasgos notables de nuestra sub-región Costa Oriental del Lago de Maracaibo.
Lo primero que hay que decir es que cada municipio de nuestra COL, presenta características particulares, pero aquí resumiremos lo leídos en artículos de cronistas como Pedro Estrada (Cabimas) quien junto con otros son pioneros en estos intentos que se mueven entre lo estrictamente metodológico con lo bellamente recordado y patente entre nosotros.
Los ciudadanos de la sub-región COL son:
Trabajadores madrugadores: en nuestras calles desde las 4am hay trabajadores movilizándose en el transporte público para dirigirse a sus puestos de trabajos.
En cuanto a trabajadores, son de los más fuertes del país, ya que, no muchos se atreven a ejecutar las labores de industria petrolera con el afán y experiencia familiar con que lo hacen los hombres y mujeres de nuestra región.
Duros obreros resistentes y luchadores por mejoras históricas, hay pueblos que se han marcado por las luchas en contra de patronos o empresas explotadoras, tales como “Las Morochas” con sus luchas en el sector petrolero.
Religiosos o ritualistas, y principalmente católicos con sus más grandes expresiones masivas en San Benito y las procesiones marianas que inundan las parroquias de cada municipio: Altagracia en los Puertos; Del Rosario en Cabimas.
Propagadores de muchos anglicismos propios de las primeras décadas del siglo XX, palabras como “macundales” provienen de escuchar como sus patrones les pedían ordenar las herramientas Mack and Dale en sus talleres; o “guachimán” el cual era el cargo de vigilante, al cual los norteamericanos lo tabularon como el wachtman, sin contar que somos los reyes en el uso del OK. El idioma inglés es ampliamente entendido en nuestra región, ya que, en un primer momento vivieron aquí muchos estadounidenses, pero luego sus canciones y programaciones calaron profundamente entre nuestras expresiones culturales, y el inglés en tanto que idioma es muy estudiado en nuestros institutos.
Resistentes, porque siendo la temperatura promedio de 39 cº en los mediodías bajo la sombra, ningún verano norteño o sureño podría restar potencia a las fuerzas de los ciudadanos de la COL.
Del lado norte (Los Puertos y Santa Rita) la artesanía, la poesía, el canto y el brillo cultural tienen una gran base con la cual nutren a los demás municipios; en el centro se destaca mucho el estudio técnico para operar en la industria petrolera, Cabimas-Simón Bolívar y Lagunillas, son los pilares del movimiento económico, más en el sur Valmore y Baralt son los más golpeados por la historia y las desventuras de la industria petrolera, allá encontramos la dureza del trabajo petrolero junto con la laboriosidad de la tierra y la marginada pesca.
De manera tal que las notas de identidad de la COL se resumen así: Personas luchadoras, llenas de fuerzas para trabajar bajo los más calientes climas llenos de, combinan la artesanía y la pesca, la población goza de inteligencia práctica aunque sí se encuentran algunos teóricos quienes en su mayoría son los maestros de las escuelas y algunos historiadores, la alegría zuliana marca la nota característica, aunque se puede agregar que el exceso de esa alegría zuliana muchas veces se convierte en picardía o viveza.
El gran problema de nuestra COL, es que somos un pueblo que gracias a algunos intereses externos, que hay que evaluar, ha crecido sin historia, muy pocos sienten arraigo histórico por su barrio o sector, y ese es el principal problema que debemos empezar a disminuir, combatir el desapego por las raíces históricas, he allí una de las más tristes características de los ciudadanos de la COL.
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